Mi taza es la de David

En su última entrada el Profe me hizo acordar de las “cuartelerías” y las “toterías” que le tocaban cada miércoles al M-7. Me acuerdo exactamente de cuando Melvin modificó la frase martiana en su afán por seleccionar una de las mejores tazas del baño para descargarla.

Así mismo fue, gritado de un lado a otro del albergue: “Mi taza es la de David”…

Se refería a la taza en la que fumaba José David, que entre todas, era una de las menos sucias.

Nada amigos, recuerdos que nos alegran el día y que nos hacen reír a solas acordándonos de aquellos momentos donde el “tiempo serio” tendía a cero.